Según los especialistas, los gritos, castigo físico y amenazas que algunos padres de familia realizan contra sus hijos por las bajas notas escolares podrían ocasionar depresión, baja autoestima, rebeldía e incluso intentos de suicidio.
El médico psiquiatra Horacio Vargas Murga, director ejecutivo de la Dirección de Niños y Adolescentes del Instituto Nacional de Salud Mental del Ministerio de salud, explica que los problemas de concentración y rendimiento escolar no solo se deben a la falta de tiempo para estudiar y un inadecuado seguimiento por parte de los padres, sino que también se pueden deber a problemas familiares o emocionales o dificultad para comprender las explicaciones de los maestros.
“Es importante saber que cuando existe un bajo rendimiento académico, el escolar afectado generalmente presenta problemas en su autoestima y un pobre autoconcepto, ya que no logra obtener el nivel académico esperado para su edad”, por esto es necesario que los padres establezcan metas acordes a la capacidad de sus hijos, que estén pendientes de las actividades que ellos realizan, ayudarles a establecer un horario y lugar de estudio, felicitarlos por los progresos que vayan obteniendo, estimularlos con palabras y acciones que mejoren el ánimo y evitar la crítica hiriente.
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